Cuando pensamos en ensaladas, usualmente imaginamos lechugas, tomates y alguna que otra verdura típica. Pero, ¿y si te dijéramos que puedes convertir una jugosa sandía en el plato estrella de tu mesa? ¡Prepárate para una explosión de sabores con nuestra ensalada de sandía y queso feta! Es fresca, es fashion, y sí, es será tu favorita para este caluroso verano.
Ingredientes de la ensalada de sandía y queso feta
Antes de sumergirnos en el «cómo», vamos a asegurarnos de que tienes todo lo necesario. Aquí va la lista de compras:
- Sandía: unos 500 gramos de sandía sin semillas, cortada en cubos. Esa jugosidad será la base de nuestra ensalada.
- Queso feta: Aproximadamente 200 gramos, desmenuzado. Su sabor salado y textura cremosa contrastarán perfectamente con la dulzura de la sandía.
- Cebolla morada: Una pequeña, finamente picada, para un toque picante y crujiente.
- Menta fresca: Unas cuantas hojas, porque nada dice «fresco» como la menta.
- Aceite de oliva: Un buen chorro para emulsionar y unir todos los sabores.
- Vinagre balsámico: Unas pocas cucharadas, para añadir un toque de acidez.
- Sal y pimienta negra: Al gusto, para resaltar todos los sabores.
Cómo hacer esta receta
- Prepara la sandía: Empieza por cortar la sandía en cubos medianos. Asegúrate de que están libres de semillas, a menos que quieras un crujido extra (¡y no el bueno!).
- Añade el feta: En un bol grande, combina los cubos de sandía con el queso feta desmenuzado. La mezcla de colores y texturas ya se ve apetitosa.
- Incorpora la cebolla: Añade la cebolla morada picada. Este ingrediente es el pequeño secreto que dará un toque especial a nuestra ensalada. Si no eres fan de lo picante, puedes suavizarla dejándola unos minutos en agua fría antes de usarla.
- Adereza: En un recipiente pequeño, mezcla el aceite de oliva con el vinagre balsámico, sal y pimienta. Vierte esta mezcla sobre la sandía y el feta. Remueve suavemente para cubrir bien todos los ingredientes.
- Agrega la menta: Justo antes de servir, añade las hojas de menta fresca. Puedes romperlas con las manos para liberar su aroma y sabor.
- Últimos retoques: Dale una última mezcla y ajusta el sazonado si es necesario. ¡Y voilà! Tu ensalada de sandía y queso feta está lista para impresionar.
Puede que hacer esta ensalada sea tan fácil que casi se siente como hacer trampa en la cocina.
Es el plato perfecto para esos días calurosos cuando el solo pensamiento de encender el horno te hace sudar. Además, es tan elegante que tus invitados podrían pensar que has robado el menú de un restaurante gourmet, pero nada, sabes que con un toque de sandía en tus platos todo cambia y le da más sabor.
¡Disfruta de esta delicia veraniega y prepárate para repetirla las veces que tú y tus invitados lo deseen!